El Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF) monitorea todos los días las condiciones del clima y del ambiente en la región. Con esa información calcula el Índice Meteorológico de Peligrosidad de Incendios, una herramienta que indica qué tan grave sería un incendio si se iniciara.
Esta información es clave para la población, para los turistas y para el trabajo de las brigadas, que planifican los operativos según el nivel de peligro.
Es un indicador internacional, usado en Argentina desde 1999, que se calcula con datos del Servicio Meteorológico Nacional. Tiene en cuenta:
El cálculo se actualiza todos los días al mediodía y su validez es de 24 horas.
El índice no predice si habrá un incendio. Lo que muestra es cómo evolucionaría si ocurriera: su velocidad, la altura de las llamas y la intensidad del fuego.
Los niveles del índice se refieren al peligro y pueden ser:
Cuando el nivel es alto o muy alto, hay que extremar los cuidados.
Cuando es extremo, queda prohibido hacer fuego, incluso en espacios habilitados.
El SPLIF instala cartelería en puntos estratégicos —como Villa Llanquín o el Cerro Otto— para que el índice esté visible y sea fácil de entender tanto para residentes como para turistas.
Además del índice, el SPLIF puede emitir alertas por clima extremo, por ejemplo:
En esos casos, se refuerzan los controles y se prohíbe cualquier tipo de fuego al aire libre, sin excepción.
La mayoría de los incendios tienen origen humano. Pequeñas acciones pueden generar chispas o calor suficiente para iniciar un foco:
Conocer el nivel de riesgo y actuar con cuidado es parte del compromiso que necesitamos entre todos.
Cuando las condiciones lo permiten y no hay restricciones vigentes, es importante usar el fuego con responsabilidad para evitar accidentes.
Recomendaciones básicas:
Recordá: que esté permitido no significa que sea seguro. Si tenés dudas, evitá encender fuego. Cuidarnos es responsabilidad de todas y todos.